Como por arte de magia, hay lugares que tienen poder a lo largo del tiempo, el poder de detenerlo, para complacerte en la belleza y el encanto del lugar y para guiarte en un viaje temporal y voluptuoso.
La antigua Medina, el alma de Rabat tiene este poder mítico.
Posicionamiento geográfico perfecto:
La medina de Rabat fue fundada en el siglo XVII al sur del río Bouregreg por lo que es considerada una de las Medinas más protegidas de Marruecos. Además de los muchos zocos tradicionales, se pueden visitar muchos lugares llenos de historia, como la Kasbah des Oudayas construida por los almorámidos, la antigua judería de Mellah, la famosa necrópolis de Chellah.
Y lo fascinante es que ninguno de los lugares que componen la medina de Rabat ha sufrido cambios desde su creación.
En 2012, el barrio de Medina, antigua ciudad de Rabat, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
Un paseo idílico en la antigua Medina:
Una sola calle, Avenue Hassan ll, separa dos mundos diferentes y dos atmósferas totalmente opuestas pero intrínsecamente complementarias y fusión, en el corazón de la medina, un ambiente mediterráneo y un reinado tradicional.
Saliendo de nuestro suntuoso Riad zyo, pasará directamente por la calle Lagza, una calle colorida repleta de pequeñas tiendas, así como casas antiguas que dan testimonio de una rica y misteriosa historia.
El corazón de la Medina sigue latiendo por un pasado eterno, flanqueando el lugar, se i magneticará por los olores de los vapores del hammam y el de la menta fresca mezclada, que le llevará junto a Ferran znaki (el horno de los callejones) donde se detendrá naturalmente para degustar el famoso pan caliente y bollos que forman parte de la cultura culinaria marroquí.
Continuando su paseo verá los talleres artísticos que distinguen los callejones de la Medina, además notará la paciencia de estos artistas vendiendo sus obras por poco y escuchando educadamente los comentarios de personas que nunca compran nada pero que pueden pasar horas criticando su trabajo.
Y a pocos pasos, te encontrarás en la calle de los cónsules que alberga pequeños talleres, permitiendo así a los artesanos mantener su know-how y su arte, donde las tiendas compiten con trucos de presentación.
También es el hogar de algunos moteles y kissariats que albergan talleres de cuero.
Hacia el final de su día y en su camino de regreso a Ryad zyo, se perderá frente a una magnífica matriz que combina los colores de las zapatillas artesanales y puestos de especias que bordean las calles, así como el cielo que se enrojece con la puesta de sol e invade Rabat en su totalidad
¡Este paseo será un recuerdo memorable para decírselo a tus nietos!